FUNDAMENTOS BIOLÓGICO-DEPORTIVOS DE LA RESISTENCIA


FUNDAMENTOS BIOLÓGICO-DEPORTIVOS DE LA RESISTENCIA

Los rendimientos de resistencia parten (como todos los rendimientos deportivos) desde una motivación, se apoyan en una serie de sistemas de abastecimiento del organismo y terminan en la musculatura esquelética como sistema motor de movimiento. Según ello existe una función decisiva por parte de una serie de sistemas orgánicos. Evidentemente tienen mayor importancia aquellos sistemas responsables de la movilización de los sustratos energéticos y del abastecimiento con oxígeno. Pero también entran en juego otros para el caso de resistencia superior al cansancio. En total se implican los siguientes sistemas orgánicos:

  • musculatura esquelética
  • sistema cardiovascular, incluyendo la sangre
  • sistema respiratorio
  • sistema nervioso central y periférico
  • sistema hormonal (endocrino)
  • aparato motor pasivo


FUENTES ENERGÉTICAS DE LA CÉLULA MUSCULAR

Almacenes de energía

La célula muscular dispone de diferentes sustratos de donde se obtiene la energía para la contracción muscular. Mientras que los fosfatos ricos en energía se almacenan en los músculos, encontramos glucógeno y grasas también en otros depósitos.

  • El glucógeno se almacena en el hígado. El glucógeno hepático (normalmente 75-90 g) sirve en primer lugar para mantener constante el nivel de azúcar sanguíneo (75-95 mg%) y ayuda así a mantener la funcionalidad del sistema nervioso central. El sistema nervioso central depende del aporte constante de glucosa desde la sangre. Cerca del 60% del azúcar sanguíneo procedente del hígado se aplica en el metabolismo cefálico. Una caída en el nivel de azúcar sanguíneo a valores inferiores a 70 mg% ya puede provocar alteraciones de la coordinación. No obstante, en un trabajo submáximo, al límite del agotamiento, la absorción de glucosa del músculo desde la sangre que circula a través de él (y con ellos el glucógeno hepático) puede tener un papel importante.
  • Las grasas (triglicéridos) tienen su depósito principal en los tejidos subcutáneos. Desde allí se moviliza la grasa a través de la liberación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) causadas por la carga y a través de la hormona de crecimiento (STH). Las grasas llegan a través de la sangre a la célula muscular. Las grasas se utilizan en esfuerzos energéticamente moderados (movimientos lentos, de poca potencia) y cuando las reservas de glucógeno estén muy reducidas. El almacén de grasas (depósito total de grasas) es prácticamente inagotable.
  • Las proteínas son generalmente importantes en el metabolismo estructural y menos en el funcional, puesto que en condiciones normales sólo se aprovecha un porcentaje muy bajo de las proteínas propias para fines energéticos. En esfuerzos prolongados, sin embargo, la glucogenogénesis (formación de glucógeno) es bastante pronunciada. Esto demuestra los incrementos de urea y creatinina en el plasma sanguíneo. En este proceso se produce glucosa o bien glucógeno en base a grasas (procedente del glicerol de las grasas) y proteínas (procedentes de determinados aminoácidos). De esta manera realmente se efectúa la degradación de las proteínas del músculo.

Depósitos energéticos de la célula muscular



Sustrato
Cantidad de restos fosfagénicos (-P) por cada kg del músculo
Tiempo máximo de utilización
1er depósito
ATP Adenosín trifosfato


Unos 6 mmol
(Teóricamente 2-3seg)
2º depósito
CP Creatín fostato


Unos 20-25 mmol
-


Total de depósitos de fosfagénicos (fosfágeno)


Unos 30 mmol
7-10 seg (20 seg)
3er depósito
Glugógeno (glucosa)
Unos 270 mmol
(Degradación anaeróbica)
45-90 seg

Unos 3000 mmol
(Degradación aeróbica)
45-90 min

4º depósito
Triglicéridos (grasas)


Unos 50000 mmol
Varias horas